Operación Red Sparrow es una película basada en la novela de Jason Matthews, dirigida por Francis Lawrence y protagonizada por Jennifer Lawrence. El filme sigue a Dominika Egorova, una bailarina del Teatro Bolshói que es obligada a formar parte del servicio de agentes seductoras de Rusia para descubrir al soplón del gobierno.
A diferencia de lo que uno espera por el tráiler, esta no es una simple película de espías donde hay golpes y escenas de acción por doquier. Este thriller nos irá generando sospechas, misterios y giros argumentales poco a poco, por lo que algunos la podrían encontrar lenta. En lo personal, estuve intrigado todo el tiempo gracias a la forma elegante, cruda y sensual de contar los hechos.
Con una Jennifer Lawrence fuera de lo común, Red Sparrow nos presenta a una heroína que ha sufrido y ha sido humillada en reiteradas ocasiones, teniendo como único consuelo la venganza.
La química entre Dominika y Nate Nash, el agente de la CIA encargado de proteger al topo, no es la relación amorosa que uno podría esperar. Es fría como la guerra, no vamos a ver a la típica princesa en peligro o el amor imposible, sino que tendremos a dos agentes encargados de hacer su trabajo, lo cuál podría llegar a sentirse como si los personajes simplemente no fueran compatibles.
Si bien, la historia es bastante común, la forma de contarla es lo que llama la atención. Nos presentan al típico “quién descubre a quién primero”, pero de una forma inteligente. Explorando una realidad donde la mujer no tiene decisión sobre su propio cuerpo y cómo la manipulación llega a tener el control, demostrando el abuso de poder de las personas.
La película es totalmente dirigida a un público específico y más adulto, donde lo explícito y la calma de los hechos son los predominantes. En varias escenas sentía a las personas sorprenderse o quejarse por la violencia y el crudo erotismo. Lo cual está totalmente justificado, ya que va a la perfección con el tono del filme y no se siente como si estuviera ahí solo por morbo.
Operación Red Sparrow tiene una similitud con el cuento Emma Zunz de Jorge Luis Borges, ya que nos presentan a una protagonista que busca venganza a través de la seducción, llegando a ser humillada solo para cumplir su objetivo.
En definitiva, Red Sparrow es un buen largometraje que muestra el empoderamiento femenino, la venganza y las turbias relaciones entre líderes políticos y la nación rusa. Una película que se diferencia del resto y un director que no teme a mostrar la cruda y violenta realidad donde las mejores armas son la manipulación, el sexo y el deseo.
El filme ya se encuentra disponible en cines chilenos con una clasificación para mayores de 18 años. Los invitamos a revisar su tráiler por si aún no están convencidos de verla:
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