Coco: La muerte al estilo Pixar [Reseña]

Pixar es una máquina de hacer llorar. Desde las secuencias en Up hasta el final de Toy Story 3, la compañía de la lamparita saca provecho de las situaciones más comunes. Coco no es la excepción de esto.

De por sí, como creadores de contenido, nunca le han doblado la vista a la muerte. Ahora decidieron realizar una película basada en el Día de los Muertos de México.

Miguel es un niño proveniente de una familia zapatera que le niega el paso a la música desde que su tatarabuela fue abandonada por un músico. Lamentablemente para Miguel, su pasión por los acordes y cantos se ve truncada por esta tradición.

Coco es un placer para el oído, ojos, corazón y cerebro. Pixar nunca defrauda en temas de animación y esta es otra más que se une a sus clásicos. De hecho, se podría decir que muchas películas animadas tienen el estándar Pixar para sus producciones.

Como mencionaba arriba, ese placer se esparce a todos lugares posibles del cuerpo humano. La ambientación te golpea tan fuerte como lo hacen las emociones. Coco es una expendedora de emociones, de esas que le echas 500 pesos para una bebida y termina entregando dos. Para nuestro bien (o mal), el trato hacia el espectador y el manejo de sus emociones están muy bien trabajadas.

Aunque sí, la historia tiene ciertos puntos débiles, algo forzados para la trama y si re piensas el guion no es algo innovador por parte de Pixar, pero si se hace la vista gorda a esas minucias, la película es un sube y baja de emociones.

La importancia de la familia es notoria, a pesar de que en si la preponderancia de esta se ve reflejada en las abuelas de la casa, el factor amor e introspección moviliza gran parte de la cinta.

En cuanto a la música, Coco tiene las máximas calificaciones en todo lo que se les ocurra. Ame cada minuto de Recuérdame en la película, ame los trajes mariachis y sus canciones (antes de Coco no me llamaban la atención) y ame, la cultura de un México que me parecía lejano.

Un México que en varias películas se veía estereotipado en los años 40, pero acá sobrepasa todo eso. Incluso se da el tiempo para homenajear el cine de oro mexicano y a grandes personajes de la historia. Su gran punto a favor es que no se detiene ahí y da un salto hacia el presente.

De ahí en más, la cinta apela a lo emocional y puede que en esta parte me ponga un poco subjetivo (a propósito) pero lo gráfico de la vida se ve representado a tal punto que llore tres veces y sigo llorando. No me importo si alguien me escuchaba en el cine o si la vergüenza rondaba cerca mío, yo solo quería llorar esas escenas íntimamente.

Coco es una película para adultos, en la sala de cine los niños miraban y los adultos lloraban. El mensaje es bellísimo y si alguna vez pensaron que las joyas de Pixar ya habían tenido su tiempo, se equivocan. Quizás no es lo mejor de Pixar, pero si esta entre lo bueno y destacable para ver en casa y en el cine con la familia.

P.D: Esta es la película que deben ver doblada. Todo se siente más natural, aprovechen.

A manera personal.

Alguna vez mi abuela dijo: “Lo que no se va en lágrimas se va en suspiros”. La película me hizo recordar eso y a ella.

Gracias por toda viejita, allá donde estés espérame. Llegare pronto.

Trailer: