Una apuesta segura hoy en día, en la industria de la entretención, es cuando las productoras de animaciones, sean series o películas, deciden revivir una gloria de antaño, como lo es una saga de vampiros, que lleva años durmiendo, esperando un fuerte despertar.
Netflix la hizo. Así, tal cual. Aprovecharon la oportunidad de reinsertar en sociedad una tremenda franquicia que parecida olvidada por muchos, como lo es “Devil’s Castle Dracula” o Castlevania, e hizo una miniserie de cuatro episodios en su plataforma de streaming online.
La vi en una mañana, principalmente por dos factores:
- Es sumamente breve
- Más importante aún, tiene una trama tan bien narrada y graficada en pantalla que, sabiendo que son apenas cuatro episodios, uno no quiere dejar de verla. Total, no pasa nada si se le dedican dos horas del día a una miniserie que seguramente será entretenida.
Los personajes son adorables desde el principio y vemos a Vlad Drácula Tepes que, en un acto de venganza contra una ignorante y asustadiza raza humana, ordena un genocidio contra Wallachia, luego de que la iglesia ordene la quema “por brujería” de su amada esposa, la apasionada por la ciencia y doctora Lisa Tepes. Un año más tarde aparece el ebrio y sarcástico antihéroe llamado Trevor Belmont, que decide tomar sus armas y pelear por la raza humana.
Una narración que hace simpatizar con los personajes, una animación que es oscura, fluida y gráfica (mostrando vísceras y sangre de manera explícita) y una banda sonora más que buena hacen de Castlevania unas muy lindas dos horas para estar frente a la pantalla. Y no jugando.
¿Saben qué es lo mejor? Netflix ya la renovó para una segunda temporada, se dice que esta vez de ocho episodios. Acá está el tráiler de la primera.
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