Hoy en día, aunque parezca raro para algunos, es normal encontrar contenido erótico o sexual en los vídeo juegos. Clásicos como la saga de GOD OF WAR, MASS EFFECT y el conocido DUKE NUKEM son algunos ejemplos de que el erotismo o el sexo pueden ir de la mano con los vídeo juegos, pero ¿cuando comenzó esto? Por internet me encontré con una sorpresa que me llevo a la época de nuestra histórica consola la ATARI 2600 mostrando ¡¿Senos de 1,79 Mhz?!
Ustedes dirán, ¿pero como es posible? Pues muy sencillo. En aquellos años, los 80, era muy fácil programar para aquella consola, motivo por el cual aparecieron muchas compañías programadoras de juegos. Pero entre esas compañías hay una que destaco por ser pionera al tratar de introducir en los vídeo juegos algo que para la época causo mucho furor, sexo. Hablo de Mystique Company, la primera empresa especializada en vídeo juegos con contenido para adultos. Conocida en el mundo geek por sacar títulos como Beat’Em and Eat’Em y Custer’s Revenge entre otros. Pero conozcamos un poco mas acerca de estos dos juegos que son los mas conocidos de esta índole.
En Beat’Em and Eat’Em controlamos a un par de mujeres desnudas que se mueven de un lado para otro debajo de un edificio en el que un hombre eyacula de manera constante desde la azotea. El objetivo del juego consiste en situar a las mujeres para que se traguen el semen sin que caiga al suelo. La explicación que daba el manual del juego era tan simple como “el esperma es sagrado” o “podría ser un médico o un abogado famoso”.
Existe una versión diferente de este juego llamada Philly Flasher en la cual controlamos a dos hombres desnudos que intentan coger gotas de leche provenientes de las mamas de una mujer lactante.
El otro titulo mencionado se llama Custer’s Revenge. ¿De que trata? Controlamos al general George Armstrong Custer vestido únicamente con su sombrero de cowboy, una bandana y las botas dispuesto a violar a una nativa americana que habían atado previamente a un árbol o poste. Con una visible erección, el general tenía que sortear una serie de obstáculos para llegar a la meta y concluir su misión.
Surgieron las críticas por parte de grupos de derechos de la mujer, ya que consideraban que se trataba de una simulación de una violación y grupos como Women Against Pornography y asociaciones defensoras de la cultura nativa americana criticaron al juego y a la industria en general.
Como la mayoría de las compañías de la época, Mystique quebró y tuvo que vender sus derechos a Playaraound, que continuó vendiendo sus juegos, claro con algunas mejoras. Cabe destacar que aunque los juegos eran de una gran simpleza, la idea de vender sexo por medio de los vídeo juegos era revolucionaria como anteriormente se dijo, recuerden que en aquellos años no era fácil buscar porno y no había Internet para buscarlo tampoco. En otras palabras, eran tiempos duros para los faperos.
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